Chalecos antibalas

Publicado por Alejandro Escario en

243800perros-policia-chaleco-antibalasLos chalecos antibalas han salvado muchas vidas desde que empezaron a ser usados, ya sea parando proyectiles lanzados desde fusiles y armas de fuego o bien deteniendo la metralla que podría generar una granada o similar, pero este sistema de protección tiene detrás una historia un tanto curiosa, ya que no siempre se han hecho de Kevlar y materiales super resistentes como hoy en día.

En un principio (Edad Media), el término de antibalas se utilizaba para designar a todo aquello que fuese capaz de detener un proyectil de un arma de fuego, aunque sólo fuese mostrando una gran abolladura, ya que esto significaba que era resistente contra el poder de penetración de los mismos.

Más adelante, un coreano diseñó un chaleco antibalas fabricado con un material que inicialmente no se presupone precisamente como «imperforable», éste material era simple algodón prensado dispuesto por capas, dándose su primer uso real durante la expedición que realizó Estados Unidos a Corea, más concretamente en la batalla que se dio en la isla de Ganghwa en 1871, batalla en la que Estados Unidos consiguió un ejemplar de estos chalecos.

Nueve años más tarde, George Emery Goodfellow comenzó a investigar en esta nueva prenda partiendo de las prendas de vestir de la Edad Media, es decir superponiendo varias capas de tejido, gracias a este sistema, se percibió que aquellos chalecos que estaban fabricados con seda (uno de los tipos de seda utilizados fueron los de la viuda negra, ya que es de las más resistentes que se pueden encontrar) amortiguaban mejor los golpes de bala, lo cual suscitó un gran interés por los chalecos antibalas.

Es por esto que Casimir Zeglen, basándose en la experiencia de Emery Goodfellow, comenzó a fabricar chalecos de seda, los cuales ya eran capaces de detener las balas que eran disparadas con armas de poca potencia.

Durante la segunda guerra mundial se investigó mucho en este campo, tomando  líneaa de investigación muy dispares, de hecho se desarrollaron unos chalecos capaces de detener la metralla aérea, pero no las balas y otros que estaban compuestos por varias láminas de acero que sí que lo hacían, pero eran mucho más pesados.

Más tarde, en la Guerra de Corea, Estados Unidos hizo más avances significativos en lo que a chalecos antibalas se refería, ya que mezclaban plástico, nailon y otros componentes muy resistentes como el acero, pero éstos materiales si bien eran mucho más ligeros que los utilizados con anterioridad, en ocasiones no disponían del mismo poder de absorción de los golpes ni de resistencia ante la perforación de balas o metralla.

El gran avance en esta prenda, se hizo en 1975, cuando se comenzó a utilizar el Kevlar. El Kevlar es un material muy resistente y elástico, pero también tiene sus inconvenientes, los chalecos fabricados en su totalidad con este material, podían producir contusiones graves en zonas vitales. Una de las grandes ventajas de este material es que era una de las primeras prendas antibalas fácilmente ocultables así como que al ser de menor tamaño, permitían una mejor movilidad del usuario, lo que salvó varias vidas de policías.

Desde ese momento se han ido desarrollando nuevos materias más ligeros y resistentes, pero por contra son muchísimo más caros.


1 comentario

Niserbmon · febrero 12, 2009 a las 3:15 am

Interesante… Me gustan estas clases de posts 😀

Saludos!

Los comentarios están cerrados.